Un pensamiento fugaz que no podía resistirme a compartir y que fue tomando cuerpo conforme iba escribiéndolo.
Los ateos tenemos la costumbre de exigirle a los creyentes que justifiquen su creencia en Dios, sobre todo porque nuestra experiencia nos indica que tales justificaciones suelen ser bastante pobres. En efecto, cuando se les cuestiona de esa manera, muchos de ellos contestan que la fe no puede ser razonada, que Dios está en una categoría más allá de la razón. ¿Cómo podemos esperar abarcar la grandeza de Dios con nuestro raciocinio humano?
Lo primero que hay que señalar es que la razón es la única manera que tenemos de comprender las cosas (o si no, háganme saber de algo que se pueda comprender sin recurso a ella). Si Dios no puede ser comprendido por la razón, mucho menos por cualquier otro medio. Más les valdría decir que Dios no puede ser comprendido en absoluto (y así las cosas, ¿de qué sirve creer en él?).
Pero me parece que esa respuesta pone de relieve una cuestión distinta. ¿Qué significa que Dios esté más allá de la razón? ¿Significa que Dios tiene una manera de pensar distinta a la de los demás seres humanos? Aclaración rápida: cuando digo «Dios», entiendo una entidad inteligente que controla los hechos del mundo, pues ésa es la noción de Dios que suelen manejar quienes afirman esta clase de cosas. No le concedo sino cuatro alternativas a Dios, a saber: