Para los lectores que no lo sepan, en Colombia existe la tradición navideña de hacer la Novena de Aguinaldos, que consiste en reunirse en familia durante las nueve noches anteriores a la Navidad, rezar oraciones, cantar villancicos, (ocasionalmente) reflexionar acerca del significado de la Navidad, y (por lo general) comer. Y esta vez, como todos los años, me reuní con mi familia para hacer la novena.
Pero, a diferencia de todos los años, esta vez elegí no rezar las oraciones. Hoy aprovecho para explicar los motivos tras esa decisión, no sólo porque eso da pie a ciertas malinterpretaciones del tipo «ay, sí, tan ateo», sino porque me da oportunidad de hablar un poco sobre lo que opino de la novena y cómo esa opinión ha cambiado con los años.
Para los lectores que no lo sepan, cada día de la novena tiene la siguiente estructura (http://www.colombia.com/navidad/novena/):